miércoles, 4 de noviembre de 2009

Where the Wild Things Are (Realmente te hará llorar)




Un vistazo rápido: El ingeniosamente excéntrico director Spike Jonze trae su estética al muy querido libro para niños Where the Wild Things Are. Trata sobre un chico pendenciero que abandona su hogar para convertirse en rey de los monstruos, sólo para descubrir que no es fácil estar al mando. Si alguna vez te gustó el libro, esto te encantará, y te hará llorar. Sí, lo hará. No puedes luchar contra él.

En general: El director del peculiar brain-teasers Being John Malkovich y Adaptation inicialmente puede no parecer el hombre perfecto para adaptar un libro de Maurice Sendak, pero su trabajo en videos de Beastie Boys y Jackass, realmente le da la comprensión perfecta de un pendenciero de 9 años (una edad muy sensible). Desde la apertura de créditos que parece haber sido destrozada por un niño y un lápiz, a los arrebatos emocionales que alimentan la salida del joven Max (Max Records) a la tierra de las cosas salvajes, Jonze refleja plenamente el sentido de que la infancia tiene emociones más fuertes de lo que tú puedas saber comprender y manejar.

Angustiada de una bola de nieve de problemas, de los pronunciamientos inexpresivo apocalíptico de su profesor de ciencias, y un novia no deseada, para la madre (Catherine Keener), Max se pone su traje de lobo y se enloquece, para finalmente morder a su madre y salir corriendo-literalmente o en su propio subconsciente, dependiendo de cómo se lean las cosas.
Después de encontrar un barco de vela, él llega a una isla donde hay gigantes, picaros, y monstruos donde termina teniendo problemas para llevarse bien, sobre todo un animal especialmente agresivo llamado Carol (voz de James Gandolfini) que le gusta romper cosas cada vez que no puede salirse con la suya.


Para evitar ser devorados por estas criaturas, Max rápidamente improvisa un discurso -historia-ficticia que los niños les gusta decir, sobre sus propios superpoderes y las batallas con los vikingos.
Muy pronto, Max se da cuenta de que ha asumido el papel de los padres y que el control de los niños puede ser una responsabilidad terrible, aun cuando se tiene la mejor de las intenciones. Los adultos serán capaces de leer todo tipo de subtextos en la forma en que se comportan las criaturas individuales, mientras que los niños que vean sólo la imagen lo encontrarán divertido, y en ocasiones les dará miedo, es como tener un grupo de criaturas peludas gigantes para jugar. No hay un montón de narrativa, pero hay un montón de verdad emocional.
Tiene sus contras pero el espíritu del libro está intacto. y Sendack anda diciendo a todo al que no le gusta la película: "can go to hell."

Mirada rápida: aunque el CGI facial es impecable, los movimientos de labios tienen sus caídas.
 
 

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